Aprendices

Luis Blanco Urgoiti -Secretario General.

A finales del siglo XIX la tecnología estaba revolucionando el mundo del arte. Si queríamos un retrato, ¿qué sentido tenía encargárselo a un pintor y discutir con él si el parecido del cuadro era suficiente o no, si podíamos hacernos una fotografía?, ¿qué aportaba la música sinfónica, que hasta entonces solamente habían escuchado unos pocos adinerados que podían acceder a los teatros, si podíamos oírla cuantas veces quisiéramos en un fonógrafo?

Esas circunstancias hicieron que lo figurativo dejara de tener importancia, que la música melódica no fuera la única posible y que, con esa libertad para los jóvenes artistas, florecieran las vanguardias. Y, en Paris, esas últimas décadas del siglo fueron las décadas del Impresionismo.

El Impresionismo musical de París lo protagonizaron los franceses Debussy, Satie, Ravel o Dukas, españoles como Falla o Albéniz o un finlandés genial como Sibelius.

Paul Dukas alcanzó la cima de su carrera con 32 años, con el gran éxito desde su estreno, en 1897, de una suite sinfónica llamada “El Aprendiz de Brujo”, que relata, verso a verso, el poema “Der Zauberlehrling”, escrito justo un siglo antes por el alemán Goethe.

“El Aprendiz de Brujo” protagoniza uno de los episodios de la película Fantasía, de Walt Disney, estrenada en 1940. Una película de animación casi experimental, sin diálogos (salvo las breves intervenciones del director de orquesta y Mickey Mouse) cuyo objetivo era ilustrar o acompañar con la animación ocho temas de música sinfónica. Los niños, en una época en que el cine todavía era mayoritariamente en blanco y negro, salían del cine alucinados por el color, por la música, por el sonido… acostumbrados a las explosiones de color y a las grandes pantallas con sonido estereofónico en sus propias casas, hoy en día, los niños ya no son capaces de ver esa película sin aburrirse.

En el tercer acto, Mickey Mouse trabaja como aprendiz de un gran mago Yen Sid. Después de haber tomado sin permiso el gorro mágico del brujo, hace un conjuro para conseguir que una escoba alivie su trabajo y acarree agua desde una fuente a hasta la pila del taller de su maestro. Encantado con la ayuda, Mickey se queda dormido y la escoba lleva a cabo su labor una y otra vez, desbordando el agua por toda la estancia. Al darse cuenta de su error, Mickey trata de terminar con el hechizo, pero, al no conseguirlo, en su desesperación, decide destruir la escoba con un hacha y la hace pedazos.

Sin embargo, eso no consigue más que agravar el problema, pues cada pedazo se convierte en una nueva escoba que cobra también vida, con el único propósito de continuar con el trabajo, añadiendo más y más agua, hasta inundarlo todo. Mickey se ve perdido, hasta que Yen Sid, el maestro, es despertado por el alboroto y con un gesto mágico acaba con el hechizo. La suite de Dukas, y el episodio, termina con un cuatro fuertes notas. El azote que recibe el aprendiz por su osadía.

Pero, Disney hace un pequeño guiño. Si se fijan en la cara del maestro, trata de mirar al ratón con severidad, pero se le escapa una media sonrisa.

Ha encontrado un aprendiz inteligente, que aprende rápido, que ha abordado un problema con una visión diferente. Puede que su idea no haya salido inicialmente bien, pero es evidente que, si la desarrollan en equipo, tiene posibilidades.

Mickey ha traído conocimientos, pero, sobre todo, una forma distinta de ver los problemas que enriquecerá al equipo del hechicero y que, sin duda, compensan con creces el tiempo que el maestro haya tenido que dedicar a enseñarle.

No abandonen los programas de prácticas por la situación sanitaria. Y si sus superiores les ponen pegas, luchen por mantenerlos. Porque ustedes también tuvieron 20 años, porque los chicos y chicas se integrarán en los equipos técnicos de las fábricas tal y como éstos estén trabajando (con teletrabajo o sin él) y porque abrir las ventanas y dejar que el agua fresca de la juventud inunde el taller o el laboratorio siempre recompensa.

KIMIKA 20-42 15-06-20 Prácticas de grado y máster Ingeniería Química UPV-EHU

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