Cuando suspender es bueno

Luis Blanco Urgoiti – Secretario General – 28/09/20 –  Cada vez que me han pedido que vaya a la universidad a dar una charla de orientación profesional al alumnado de últimos cursos he aceptado… incluso viajando a Zaragoza o a Valencia, como el lugar más alejado. Siempre que me han llamado, he movido de la […]

Luis Blanco Urgoiti – Secretario General – 28/09/20 – 

Cada vez que me han pedido que vaya a la universidad a dar una charla de orientación profesional al alumnado de últimos cursos he aceptado… incluso viajando a Zaragoza o a Valencia, como el lugar más alejado.

Siempre que me han llamado, he movido de la agenda lo que ha hecho falta, por interés estratégico de las empresas asociadas y, también, por convicción personal, por solidaridad con el desafío que supone terminar tus estudios y pensar… ¿y ahora qué hago?

En casi todas esas ocasiones, intento convencer a los chicos y chicas que me escuchan de que no tengan prisa, de que suspendan algún examen, de que la vida laboral es un rollo y que la vida de estudiante es mucho mejor… Todo lo que consigo es sacarles media sonrisa, pero creo que, hasta ahora, nadie me ha hecho caso.

Y es que, entre otras muchas cosas, con el fin de los estudios no se acaba el estrés de los exámenes: hay que afrontar las auditorias.

Ya les he contado, cuando les hablé del “Síndrome de la Bagatela del Auditor”, de lo bueno que sería dejar, a propósito, alguna No Conformidad evidente para que en la auditoria tengan la impresión de haber “mordido carne”, de que “nos han pillado”. Yo aconsejo a los técnicos de prevención y medio ambiente que el papel de una licencia o un permiso que hayan renovado en el último año, lo guarden en un cajón y, cuando el auditor o la auditora lo pidan, poner cara de susto… en el informe aparecerá una No Conformidad, pero el auditor se marchará tranquilo, con la sensación del deber cumplido, no se dedicará a buscar “bagatelas” y solucionaremos el problema abriendo un cajón.

Pues bien, tampoco en esto creo que nadie me haya hecho caso.

En los últimos años, por mandato de la Junta de la Asociación, nos hemos pasado al bando contrario y nosotros, que tanto habíamos peleado discutiendo No Conformidades, ahora somos los auditores.

Hacemos auditorias muy concretas y especializadas, por ejemplo, las auditorias internas de aplicación del RD 840/2015 de Seveso o auditorias exhaustivas de cumplimiento legal, en las que revisamos toda la normativa aplicable a una instalación en materia de medio ambiente, de seguridad, de tutela de producto y transporte de mercancías peligrosas. Cuando una empresa asociada (y alguna no asociada) quiere estar completamente segura de tener todos los requisitos legales controlados, nos llaman.

Intentamos que todas las observaciones y no conformidades que realizamos aporten valor. Que sean útiles e interesantes, aunque es también verdad que la normativa, en muchas ocasiones, no nos lo permite.

Permítanme un ejemplo sacado de la Orden ARM/1312/2009, de 20 de mayo, por la que se regulan los sistemas para realizar el control efectivo de los volúmenes de agua utilizados por los aprovechamientos de agua del dominio público hidráulico, de los retornos al citado dominio y de los vertidos al mismo. Ya se pueden imaginar que, con un título como este…

Si el Anexo I de esa orden dice que la portada del Libro de control del aprovechamiento de categoría A, regulado en el artículo 11, debe tener la portada de color azul… pues… en fin, nos dará igual que sea azul cobalto, azul ultramar, azul turquesa o azul marino, pero ustedes dirán si nos encontramos que la suya es de color rojo. La “bagatela” no es nuestra, es del legislador.

Ahora bien, lo que más me llama la atención de los procesos de auditoría es cómo afrontan los y las profesionales de la industria estos exámenes que regresan desde sus peores pesadillas de estudiantes para estresar (aún más) su vida laboral.

No es ya el hecho de dedicar tiempo y esfuerzo a “preparar la auditoria” algo que, por definición no debería hacerse, porque si la pretensión de la revisión es encontrar puntos débiles, hacer repasos de última hora solamente servirá para disimular los fallos y no mejorar, es aún más llamativo que reciben cada No Conformidad como un suspenso, como una mancha en su expediente.

Desde que empezamos este periplo, hace ya unos años, hemos visto con agrado que las responsabilidades de cumplimento normativo están cada vez más distribuidas entre departamentos y que, en muchas fábricas, son los esforzados técnicos de mantenimiento los que nos responden a las cuestiones asociadas a Seguridad Industrial: equipos a presión, alta y baja tensión, aparatos elevadores, equipos contraincendios o instalaciones de gas.

Conseguir que el responsable de mantenimiento nos dedique 2 horas de atención, sin ningún “un momentito que tengo que bajar a planta” o “esperad un momento que le han llamado y está con una máquina” y con un número razonable de interrupciones por llamadas es misión casi imposible.

La alternativa es marcar como No Conformidad todos aquellos requisitos de nuestro guion que no haya dado tiempo a revisar, indicando en una nota que esas No Conformidades no se deben a que hayamos visto que no se ha hecho la revisión reglamentaria de la caldera o la visita de la OCA a los sistemas de extinción, si no a que el responsable de enseñarnos la evidencia no dispone de ¡2 horas al año para hacerlo!

Al final, terminamos haciendo encaje de bolillos para que no se nos quede nada sin revisar, dedicando más días de los previstos, haciendo en tres visitas lo que pretendíamos hacer en una, porque vemos la cara de disgusto que nos ponen los técnicos de seguridad laboral y medio ambiente cuando planteamos la alternativa.

Solemos decir, en plan topicazo, que las No Conformidades son solamente oportunidades para la mejora. Si algún jefe se mosquea porque aparezcan muchas No Conformidades en este aspecto concreto, ya sabrá lo que tienen que hacer para solucionarlas: dar las indicaciones (y los recursos necesarios) para que el jefe de mantenimiento disponga de 2 horas al año para revisar sus requisitos reglamentarios… porque este será un aspecto con margen de mejora, no derivado de la gestión de los técnicos, sino de quién debe responsabilizarse de planificar y asignar recursos…. ¿no?

¿Adivinan?: No creo que nadie nos haya hecho caso.

Curso KIMIKA

Por cierto, hay algo en lo que sí tienen que hacerme caso: el próximo viernes 2 de octubre, Amets Moreno, nuestra coordinadora de seguridad, estrena su temporada de cursos con 4 horas dedicadas a darles los detalles de la nueva ITC MIE APQ-10 de recipientes móviles…. Si tienen pensado algún cambio en la planta, mejor si es a largo plazo, que pueda afectar al almacén, no deben faltar… creo que todavía queda alguna plaza libre.

 

Plan de Formación KIMIKA:

Principales obligaciones derivadas de la aplicación de la ITC-APQ-10 para recipientes móviles (4 h)

Simultáneo presencial y on-line: 2 de octubre, 09:30 h – 13:30 h

Más información: 

KIMIKA 20-52 18-09-20 Curso KIMIKA Obligaciones MIE APQ-10 recipientes móviles

 

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