Amets Moreno -Coordinadora de Seguridad. – 15/09/2020
En julio de 2006, la profesora de psicología de la Universidad de Manchester Dianne Parker, junto con dos de sus colegas, Lawrie y Hudson, este último de la Universidad de Leiden, en Países Bajos, publicó un artículo en la revista Safety Science llamado “Un marco para entender el desarrollo de la cultura de seguridad en las organizaciones”.
Para ello, realizaron 26 entrevistas con experimentados directivos de empresas de petróleo y gas, que vinieron a incidir en que la clave de la prevención se encuentra, sin ninguna duda, en los factores organizativos.
Ya desde hacía muchos años, los modelos más avanzados en prevención descartaban el clásico análisis de los accidentes, clasificando causas en materiales o humanas. Modelos de gestión, como el Programa STOP de Du Pont, señalaban que, si un tornillo cede, la organización ha fallado en la gestión del mantenimiento. Si una persona se ha distraído o no tenía la información suficiente, la organización ha fallado en la gestión de la motivación, la formación e información de las personas.
El resultado del artículo son un conjunto de descripciones breves de cada uno de los aspectos de la seguridad organizacional, en cada uno de los cinco niveles de madurez de la cultura de seguridad que marcaban, la que se ha dado en llamar “Escalera de Parker”.
Obviamente, todas las organizaciones tienen una cultura y, en esa cultura se incluye su modo de abordar la seguridad. Lo interesante de la “Escalera” es poder constatar que las organizaciones avanzan y mejoran en la implantación de mecanismos de gestión, de formas de hacer y de relacionarse que van mejorando el desempeño y los resultados, reduciendo accidentes, favoreciendo la productividad y un mejor clima laboral.
Escalera de Parker
Avanzar en cultura preventiva significa progresar a lo largo de la Escalera de Parker que contempla cinco escalones o niveles culturales:
- Una cultura “patológica” implica que las organizaciones sólo perciben la prevención como algo costoso, más bien como un estorbo.
- Un enfoque “reactivo” lleva a que la organización responde solamente cuando aparecen los problemas de seguridad.
- En las organizaciones “formalistas”, la seguridad se concibe únicamente como una serie de normas y se organiza mediante sistemas de gestión de la prevención que se evalúan con indicadores de resultados.
- En el escalón “proactivo” la organización se esfuerza por involucrar activamente a los trabajadores en la gestión de la prevención. La seguridad es una preocupación fundamental para todos.
- Finalmente, cuando una organización alcanza el nivel “generativo” tiene un desasosiego crónico por la salud y seguridad, utiliza indicadores de desempeño o de esfuerzo preventivo y en ella la prevención es un valor compartido y asumido por todos.
Como en todo lo intangible, como en todos los aspectos que estudian el comportamiento humano, no hay una fórmula matemática que nos de la solución para llevar a nuestra organización hasta el siguiente nivel. Conseguirlo requiere de análisis, estudio y usar herramientas.
Curso KIMIKA
Es evidente que, en un curso de 4 horas, no podemos hacer que un técnico o un gestor de una empresa salgan preparados para que su organización avance hasta el 5º nivel pero, Patricia, nuestra experta de referencia en este materia, consigue que al finalizar el curso, los alumnos sean capaces de comprender el concepto de Cultura Preventiva, mucho mejor de lo que yo pueda explicar en este modesto blog, conocer herramientas para el diagnóstico de clima preventivo, para saber en qué nivel nos encontramos e identificar los aspectos clave para empezar a realizar un plan de mejora.
Plan de Formación KIMIKA: Cultura Preventiva: Integración de la gestión de la seguridad y salud laboral (4 h) Más información: |