Spoiler previo: Desde 2015, las empresas no-IPPC grandes productoras de residuos peligrosos no están obligados a presentar informe anual de RPs.
Con la aprobación del RD180/2015, en concreto de su disposición derogatoria única, quedó derogado el artículo 18 del vetusto RD 833/1988 que obligaba a aquellas empresas que produjeran más de 10 tm/año de RPs a presentar un informe de carácter anual. Algo que, en el País Vasco, se venía haciendo vía IKS-eeM.
Esta derogación, implica que esa obligación decayó y, desde la entrada en vigor del RD180, el 7 de mayo de 2015, los “grandes productores de RPs, no IPPC” no tienen obligación de presentar dicho informe.
Luis Blanco Urgoiti – Secretario General – 17/02/21 –
Hace ya unos cuantos meses, en realidad, casi tres años, en la legislatura anterior, comparecían en el Parlamento Vasco de forma conjunta Elena Moreno, entonces viceconsejera de medio ambiente, y Andrés Zearreta, en aquellos días viceconsejero de función pública.
El tema del encuentro era debatir sobre la necesidad o no de crear de una escala especial de personal técnico en medio ambiente. La Dirección de Administración Ambiental se enfrentaba a una amenaza muy seria, con casi un 80% de puestos interinos entre su equipo, altamente especializado, que podía verse desplazado en el concurso de traslados que se avecinaba por funcionarios procedentes de otros departamentos que, teniendo más méritos y antigüedad, y alguna de las titulaciones básicas de acceso, procedentes de departamentos como educación o sanidad, desplazarían al personal interino y llegarían a sus puestos sin jamás haberse enfrentado a un expediente de modificación IPPC, a dar de baja un RP o a un alta de un foco APCA…. bueno, en realidad, no teniendo ni la más remota idea qué es IPPC, qué un RP o una APCA. La creación de esa escala especial era una de las herramientas con las que, perdónenme la hipérbole, evitar esa catástrofe.
Las intervenciones a favor y en contra se sucedían y, sinceramente, al ver la grabación del debate y escuchar las intervenciones contrarias, no pude evitar tener una sensación de familiaridad con una discusión, ya por suerte superada en casi todas las empresas: Sois unos quejicas y unos exagerados. Eso del medio ambiente no es tan complicado. Manejar un programa de nóminas también es difícil… demostrando un enorme desconocimiento de lo que implica estudiar cientos de instalaciones, equipos y procesos, estar al día de decenas de páginas de BOE o de Diario Oficial de la Unión Europea, por no mencionar el seguimiento del desarrollo tecnológico en todos los sectores industriales, necesario para decidir algo tan etéreo y, a la vez, tan trascendental para la economía y el medio ambiente locales y globales, como cuál es, en cada momento, “la mejor técnica disponible”.
Hace unos días se abrió en el Congreso de los Diputados el período de enmiendas en del Real Decreto Leypara la puesta en marcha del plan de los fondos europeos. Sí, al que han llamado, también, «PRTR»… Es el de la votación de convalidación que provocó lío en el Congreso hará unos días porque Vox se abstuvo y facilitó el trámite… ¿se acuerdan?
Bueno, pues en la disposición final séptima, se modifica el RDL 1/2016, IPPC, «para modernizar la Administración Pública» y se reduce el plazo de emisión del informe del organismo de cuenca de 6 a 4 meses y el de la resolución final de la autoridad ambiental para la concesión de la AAI de 9 a 6 meses, con silencio negativo. Además, modifican el RD 815/2013, el reglamento IPPC, para reducir también los plazos en el trámite de una modificación sustancial.
En la industria entendemos entonces que alguna parte de los fondos europeos se destinará a modernizar los medios con los que cuentan los órganos administrativos: informatización de los procesos, reservas de tiempo para mejorar la formación de los técnicos de la Administración Pública, mejora de la dotación de medios técnicos y humanos en los departamentos, refuerzo de la capacidad inspectora… porque, en fin, si la «modernización» va a consistir en acortar plazos que hasta ahora apenas podían cumplirse… perdónenme, pero va a ser de risa.
En 2015, cuando se publicó el RD 180, desde AVEQ-KIMIKA dijimos, a quién quiso escucharnos, que la obligación de los grandes productores de RPs de presentar informes anuales ya no existía y que podían dejar de hacerlo.
Vaya por delante mi autocrítica… en la circular insistimos mucho en las obligaciones nuevas que creaba la norma y no incidimos en las que dejaban de existir. Sirva como excusa que fue un año complicado… el año de la “bomba H”, de tratar de explicar el Reglamento 1357/2014.
Además, a los técnicos en la industria les afecta gravemente el llamado síndrome “sí, vale, pero…¿hay alguien más?”, que ya explicamos en este mismo blog hace unos años, que implica que, antes de dejar de realizar cualquiera de sus obligaciones ambientales, por mucho que nosotros se lo aseguremos, si no tienen una confirmación oficial, seguirán haciéndola. Seguirá en sus procedimientos y en sus sistemas de gestión ambiental y serán auditados por ello.
En fin, nosotros no insistimos más. Quizás ingenuamente, pensamos que ya les advertiría el Gobierno Vasco, por escrito o con una simple llamada, que dejaran de enviar el informe de marras, que todos sus datos, valiosamente recopilados, vagarían sin que nadie los mire jamás, por un servidor informático de la administración, sencillamente, para nada.
Hace unos días, mandamos una nota rápida al respecto de la próxima migración de las declaraciones PRTR (sí, del “PRTR” de verdad…) al nuevo sistema Ingurunet…. desde el IKS, claro. Un módulo que estaba listo en marzo de 2020… pero que ya sabemos lo que pasó.
Nuestra sorpresa ha sido importante cuando nos hemos dado cuenta de que, no una, ni dos, ni tres… si no, un buen montón de empresas no-IPPC, productoras de más de 10 tm/año de RPs, han seguido mandando sus declaraciones anuales vía IKS todos estos años, sin haber recibido nunca una confirmación de recepción o un sencillo email diciéndoles que no era necesario.
En la industria somos cada vez más empáticos con la difícil tarea a la que se enfrentan los técnicos de Lakua en su labor. Empatizamos con la falta de conocimiento que demuestras muchos de nuestros políticos sobre la importancia y el contenido de la labor que realizan. Empatizamos, hace un año más o menos, con las brutales críticas vertidas en medio de comunicación, derivadas del accidente de Zaldibar, que solamente demuestran la absoluta ignorancia de quien las realizaba.
Empatizamos mucho en su día con las imposiciones y los malos modos que acompañaron a la puesta en marcha del IKS y los muchos problemas que provocaba y sigue provocando, en las empresas y en los servicios de la dirección de administración ambiental.
Por ello, por el IKS, no puedo descartar que nadie se diera cuenta… pero, si alguien lo hizo, si alguien sabía que había varias decenas de técnicos y técnicas en medio ambiente de la industria dedicando tiempo y esfuerzo a…. nada, algo de empatía por su parte no hubiera estado de más. No creo que sea mucho pedir.