La implementación de sistemas de vigilancia, seguridad y protección específicas ayudan a reforzar la seguridad de las instalaciones industriales y sirven para reducir las consecuencias de los accidentes, así como su área de afectación.
Estas son las conclusiones que ha dado a conocer la coordinadora de Seguridad de la Asociación de Empresas Químicas de Bizkaia (AVEQ-KIMIKA), Amets Moreno del Bado, durante el XV Simposio Internacional sobre Riesgos, Prevención y Mitigación de Explosiones Industriales (ISHPMIE) celebrado en Nápoles (Italia) del 10 al 14 de junio.
El simposio internacional, organizado por la Universidad de Nápoles Federico II, en colaboración con el Consejo Nacional de Investigación, la Universidad de Roma, la Universidad de Bolonia y la Universidad Politécnica de Turín, ha reunido a 250 miembros del profesorado, investigadores y representantes de la industria de todo el mundo.
Durante cinco días se realizaron presentaciones y debates de investigaciones de alto nivel, centrándose en los riesgos asociados con la transición energética, así como en los peligros, la prevención y la mitigación de explosiones industriales. La importancia de estos temas ha cobrado mayor relevancia en un contexto global donde la seguridad industrial y la sostenibilidad son pilares fundamentales para el desarrollo tecnológico y económico.
La coordinadora de Seguridad de AVEQ-KIMIKA, Amets Moreno, estuvo presente en el congreso donde ofreció la ponencia «Casos de estudio de reducción distancias en la industria química como resultado de la implementación de salvaguardas» y abordó la implementación y el impacto de la Directiva 2012/18/UE, también conocida como la Directiva Seveso, en el control de riesgos inherentes a los accidentes graves en los que intervienen sustancias peligrosas. Esta normativa, que afecta a establecimientos con grandes cantidades de sustancias tóxicas, inflamables o peligrosas para el medio ambiente, entre otros, tiene como objetivo proteger tanto a los trabajadores como a las personas y bienes en el entorno de dichas instalaciones.
Moreno explicó cómo en España esta directiva fue transpuesta a través del Real Decreto 840/2015 y complementada con el Real Decreto 1196/2003, que establece el contenido del Informe de Seguridad, incluyendo el Análisis de Riesgos (AR). «Este análisis permite identificar posibles accidentes graves y calcular sus consecuencias, utilizando software de simulación específicos que consideran variables como la sustancia involucrada, su temperatura y presión, y las salvaguardas disponibles en la empresa».
Cálculos fundamentales
Durante su intervención, Amets Moreno destacó la importancia de estos cálculos, ya que «son fundamentales para que las autoridades competentes planifiquen adecuadamente el territorio y definan las medidas de protección necesarias». «En ocasiones, las consecuencias de los accidentes pueden ser tan significativas que requieren un gran despliegue de medios y recursos para proteger a la población y al medio ambiente», subrayó.
Moreno también presentó varios casos prácticos en los que la implantación de salvaguardas específicas ha permitido reducir las distancias de afectación de los posibles accidentes. En concreto, la coordinadora de Seguridad en AVEQ-KIMIKA destacó algunas medidas como la instalación de un suelo de retención en una zona de descarga de cisternas, un actuador sobre una válvula manual que provoca su cierre automático cuando se finaliza el trasvase del producto o la instalación de un resalte alrededor de una tubería de trasvase para contener los posibles derrames que pudieran producirse.
En esta línea, Moreno también hablo de casos donde se ha sustituido un latiguillo de trasvase de producto por otro que provoca el cierre de las válvulas de ambos extremos del latiguillo de forma automática en caso de rotura o desacople «reduciendo la cantidad fugada de producto». Pero hay sistemas que van más allá, como la incorporación de medidas específicas de seguridad en el diseño de un tanque de almacenamiento de un gas licuado con el fin de reducir la probabilidad de que se produzca una BLEVE, acrónimo inglés de «boiling liquid expanding vapour explosion» («explosión de vapores que se expanden al hervir el líquido»).
En los casos presentados por Amets Moreno, ninguna de estas medidas eran obligatorias sino que se incluyeron «con el fin de minimizar el impacto potencial en personas, bienes y el medio ambiente, y reforzar la seguridad de las instalaciones industriales”.
La intervención de la coordinadora de Seguridad concluyó con un sentido de compromiso renovado hacia la mejora continua de la seguridad industrial y la mitigación de riesgos, aspectos esenciales para el avance sostenible de la industria en todo el mundo.
Además de formar parte de AVEQ-KIMIKA, Amets Moreno actualmente se encuentra elaborando una tesis doctoral que tiene por objeto el desarrollo de nuevas metodologías y criterios para la realización de análisis de riesgos de accidentes graves en los que intervienen sustancias peligrosas de aplicación al tejido industrial vasco.