El sector químico español cerró el año 2024 con un crecimiento del 3,6% en su cifra de negocios, alcanzando los 85.483 millones de euros, y con expectativas de seguir creciendo en 2025 hasta los 89.000 millones, lo que representa un aumento del 4,2%, según los datos recogidos por FEIQUE. Este avance se debe principalmente a un incremento en la producción (+6,6%) y un ligero ajuste en los precios (-0,7%). Sin embargo, a pesar de este crecimiento, el sector enfrenta graves retos relacionados con la competitividad, especialmente en la Química Básica, cuyo futuro se ve condicionado por los altos precios de la energía en Europa.
El subsector de la Química Básica, que representa aproximadamente un tercio de la producción del sector, continúa siendo uno de los puntos más críticos. Esta parte de la industria, que es altamente intensiva en energía, se ha visto duramente afectada por los altos costos del gas y la electricidad en Europa, que se sitúan muy por encima de los precios de la energía en Estados Unidos y China. Estos precios desproporcionados han erosionado la competitividad del sector y afectado negativamente a su capacidad de producción, lo que ha derivado en una caída de la producción de la Química Básica desde 2021.
El problema no se limita al sector químico en particular, sino que afecta a todos los sectores industriales intensivos en energía. A pesar de la recuperación parcial de la producción en 2024 gracias a la moderación de los precios energéticos, la competitividad de la industria química española sigue siendo más débil en comparación con los mercados internacionales, lo que limita su capacidad para aprovechar al máximo las oportunidades de inversión.
Descarbonización como prioridad
En un contexto donde el sector químico continúa siendo clave para la economía española, especialmente en términos de exportaciones, que representaron 59.166 millones de euros en 2024, la necesidad de inversiones sostenibles se vuelve más urgente. La industria química necesita invertir unos 65.000 millones de euros hasta 2050 para poder cumplir con los objetivos de descarbonización establecidos por la Unión Europea.
Por ello, la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE) ha instado al Gobierno de España a adoptar las recomendaciones de la Comisión Europea para reducir la factura energética de los sectores electrointensivos. Con medidas que permitan reducir los costos energéticos y, en consecuencia, mejorar la competitividad internacional, el sector podría acelerar las inversiones necesarias para descarbonizarse y alinearse con los objetivos climáticos globales.
Una de las propuestas más destacadas es la creación de un Fondo Nacional para la Descarbonización y Competitividad Industrial, dotado con 2.500 millones de euros, que permita financiar la transición hacia un modelo productivo más limpio. Este fondo se centraría en apoyar las inversiones tanto en las fases de inversión (CAPEX) como en las de operación (OPEX), a través de Contratos por Diferencias de Carbono (CfD).
Empleo de calidad
Uno de los aspectos positivos del sector químico es su evolución en términos de empleo. En 2024, la industria química española experimentó un crecimiento en el número de puestos de trabajo directos, que aumentaron un 4%, alcanzando los 240.000 empleados. Además, se espera que esta tendencia positiva continúe en 2025 con una estimación de crecimiento del empleo del 3%. En conjunto, el sector químico proporciona actualmente más de 800.000 puestos de trabajo, lo que representa el 5,5% de la población activa asalariada del sector privado en España.
Un dato destacable es el aumento en la contratación de mujeres en el sector, que en 2024 representaron el 46,8% de la fuerza laboral, un incremento significativo desde el 38% registrado en 2015. Además, la calidad del empleo en la industria química es superior a la media, con un 94% de los contratos siendo indefinidos y un salario medio anual que supera los 45.000 euros, muy por encima de la media nacional y del sector industrial en general.

Política de aranceles
En cuanto a la política comercial, el sector químico se encuentra ante un panorama incierto debido a los aranceles impuestos por Estados Unidos a productos europeos, que podrían afectar a las exportaciones hacia este mercado clave. FEIQUE aboga por alcanzar un acuerdo global que permita reducir estos aranceles, pero también advierte de la necesidad de una negociación sectorial si las conversaciones globales no dan frutos. La industria química española exporta productos químicos por valor de 3.505 millones de euros a Estados Unidos, pero las importaciones alcanzan los 8.129 millones, lo que genera un importante desequilibrio comercial.
Ante este panorama, FEIQUE ha hecho un llamado urgente al Gobierno de España y a la Comisión Europea para que aceleren las medidas que permitan mejorar la competitividad del sector, especialmente en relación a los altos costes energéticos. Un ejemplo de estas medidas sería la reducción de los peajes, cargos e impuestos que afectan a las empresas electrointensivas, lo que permitiría que las empresas químicas puedan mejorar su competitividad y garantizar su futuro.