Curso KIMIKA de Responsabilidad Personal – Viernes, 13 de Septiembre, en Bilbao (PDF)
Hace ya muchos años, una tarde de primavera, me llamó por teléfono la “responsable” de prevención de una empresa asociada:
– Hola Teresa, ¿qué tal?, ¿qué tal vais con la obra?
Teresa no respondió a la pregunta y me dijo, en tono muy serio:
– Hola Luis, era para preguntarte tu opinión sobre un tema un poco delicado. ¿Tienes un minuto?
– Sí, claro. Dime.
– ¿Por dónde empiezo?… ya sabes que antes de empezar aquí, trabajé en otra fábrica.
– Sí, hace ya cuatro o cinco años…
– Hace cuatro años. – siguió con voz un tanto temblorosa – Hice las prácticas del máster de prevención allí y me hicieron un contrato de seis meses. Cuando llevaba cuatro meses de contrato, un trabajador perdió una mano en una máquina que no estaba adecuada el RD1215 y me ha llamado hace un rato el abogado de la empresa para decirme que el fiscal ofrece un pacto con una condena de año y medio de… cárcel para mi y para el gerente. Me ha explicado no sé qué de la indemnización subsidiaria y que, si no cometo ningún delito en no sé cuántos años, no tengo que ir a prisión…. ¿qué te parece?
– Ya, de «becaria»… ¿cuántos años tenías?
– Veinticinco.
Me tomé unos segundo para contestar. Oía su respiración y sentía sus nervios al otro lado de la línea. Por un lado, humanamente, me parecía que debía tranquilizarla y decirle que estaba bien. Que cerrara el tema y se olvidara. Por otro…
– Pues me parece una barbaridad y una injusticia.
– ¿Cómo?
– Sí, lo siento. ¿Qué capacidad de decisión tenías en aquel momento para obligar a que la empresa adecuara la máquina?… yo te aconsejaría que le digas al abogado que eleve la oferta de indemnización y que le diga al fiscal que retire los cargos contra ti. Y que si no, te buscas otro abogado a parte del de la empresa.
No sé cómo terminó el asunto. He trabajado con Teresa decenas de veces desde entonces, pero yo nunca le he preguntado y ella nunca ha tomado la iniciativa de contármelo.
Hace unas semanas, como es preceptivo en AVEQ-KIMIKA, presentamos una iniciativa nueva a los Grupos de Trabajo para someterla a su criterio.
Una parte muy importante de nuestra gestión, de cómo hacemos las cosas, pasa por conocer de primera mano la opinión de los técnicos y profesionales de la industria. Para ello, desde hace casi 30 años, en nuestras oficinas se reúnen mensualmente unos muy interesantes grupos de profesionales de los temas clave para la Asociación, de una amplia y variada muestra de empresas (tamaños, subsectores, multinacionales, pymes…), para preguntarles su opinión sobre debilidades, retos y oportunidades que afronta la industria y en los que AVEQ-KIMIKA debe echar una mano.
En este caso, la debilidad que abordábamos no deriva de un indicador de gestión, no es un reto planteado por un cambio normativo. Se trata de un problema en el nivel de conocimiento que los profesionales de la industria tienen respecto a su propia responsabilidad.
El debate interesante se planteó en el Grupo de Trabajo de Recursos Humanos. En el de Seguridad apenas hubo debate. El interés del proyecto fue rápidamente aceptado y se oyeron ya algunos comentarios en la línea de “¿Qué día es?…. que yo me apunto”.
En el grupo de responsables de Recursos Humanos la conversación fue algo más larga, pues yo me empeñé en polemizar, pero el resultado fue similar.
Para plantear el tema, con muy mala intención, yo formulé una pregunta:
“¿Interesa a una empresa que su responsable de prevención de riesgos laborales sea plenamente consciente de las consecuencias que para su persona pueden derivarse si sucede «algo» en la fábrica y, más aún, si hace mal su trabajo?”
El grupo reaccionó con cierta incredulidad:
– “Naturalmente” – dijeron los presente casi al unísono.
– “Pero… “ – insistí en mi papel de abogado del Diablo – “… si alguno o alguna se entera, quizás pidan más dinero por su trabajo...”
Pero las ideas del grupo eran firmes: no hay nada que se tema más que lo desconocido. Asumir una tarea con plena consciencia y conocimiento de la responsabilidad que supone, es la mejor garantía de un trabajo serio y profesional.
Habiendo consenso en la pertinencia y en la importancia de generalizar ese conocimiento entre los técnicos, solamente quedaba adaptar el contenido a la estrecha vereda por la que camina el Plan de Formación KIMIKA 2019: módulos de 4 horas, viernes por la mañana, adaptados a la mecánica de bonificaciones de la Fundación Tripartita y precios muy asequibles, que apenas cubren costes, pero que, sobre todo, pretenden no ser una barrera para las inscripciones, incluso aunque la empresa no pueda bonificarse.
Es quizás el concepto de responsabilidad uno de los aspectos más avanzados y complejos de la ciencia jurídica. Hemos adaptado el tema, con casos prácticos y el planteamiento de debates y, sobre todo, con un amplio espacio de tiempo para resolver dudas y problemas.
En estos momentos no quedan muchas plazas, pero, si se dan prisa, todavía les hacemos un hueco.
Curso KIMIKA de Responsabilidad Personal – Viernes, 13 de Septiembre, en Bilbao (PDF)